El Maristán de Granada

diciembre 09, 2019



Investigando para informarme para un trabajo sobre la medicina en España durante la época medieval, descubrí que en Granada se situaba el único hospital de Al-Ándalus que aún se conserva: El Maristán.
Seguidamente me puse mis zapatillas, busqué en Google Maps donde se encontraba y me dirigí hacia mi nuevo destino del cuál no tenia conocimiento alguno tras vivir durante 7 años en la ciudad.
Durante mi trayecto en el Paseo de los Tristes (llamado así por ser la antigua ruta de los cortejos fúnebres hasta el cementerio) y la llegada al Bañuelo, subí la estrecha callejuela que se sitúa a su izquierda dando paso a un ruinoso patio donde se alza el Maristán. Me subí a las barandillas del Monasterio de la Concepción que queda enfrente para obtener mejor perspectiva y pude ver y fotografiar cuanto queda de este hospital nazarí.

Tras esto, daré paso a contar la historia de lo que en un día fue uno de los lugares más importantes de mi ciudad.
La historia se remonta allá por el siglo XIV, cuando el Reino de Granada era el único territorio andalusí que quedaba en la Península y Muhammad V tenía el poder como soberano.
Este ilustre sultán, residente en la Alhambra, fue el que ordenó la construcción del famoso patio de los Leones de la Alhambra y además, para contribuir y reforzar su imagen de autoridad política y religiosa también mandó a construir el Maristán sin escatimar en ostentaciones y riquezas.
Este edificio estaba destinado a atender y proteger a enfermos pobres y débiles, además de funcionar también como psiquiátrico. En el mundo andalusí, las personas que poseían dinero preferían recurrir a médicos privados o sanadores que abundaban en la ciudad y ejercían en los mercados.
Por tanto, este hospital era público y se financiaba con el dinero de las donaciones económicas (Sadaqa) o el Azaque del reino, un impuesto destinado para ayudar a los pobres y necesitados.

Su edificación tiene un modelo verdaderamente islámico, con una distribución casi idéntica a la del Corral del Carbón, una alhóndiga nazarí de la que hablaremos más tarde en un próximo post.
La planta del Maristán es rectangular con cuatro corredores (crujías) y una alberca central en el patio, donde se colocaron dos leones de mármol muy similares a los del Patio de los leones, pero de mayor tamaño y que actualmente podemos encontrar en el museo de la Alhambra.

Figura 1. Plano de la fachada principal del Maristán y sección longitudinal del Maristán dibujados por Francisco Enriquez

Estas crujías daban paso a 50 salas comunicadas entre sí que tenían capacidad para 4 enfermos cada una. Siguiendo la tradición islámica, se cree que mujeres y hombres estaban separados siendo un piso para cada sexo. Además, el Maristán constaba de una cocina, almacenes, lavandería e incluso una farmacia con un posible jardín botánico, para elaborar medicamentos para el hospital y los pacientes del ambulatorio.
Aunque no hemos podido obtener datos que demuestren referencias de médicos granadinos o extranjeros que ejercieran su labor en el Maristán, posiblemente éstos acudieran periódicamente para atender a los enfermos, mientras que existía un director encargado de supervisar el sanatorio. Algunos autores afirman que en ausencia de estas pruebas podría tratarse únicamente de un psiquiátrico.

El Maristán sólo funcionó como centro sanitario hasta la entrada de los Reyes Católicos en Granada, ya que lo modificaron para que funcionara como casa de la moneda. Posteriormente en el siglo XVIII fue utilizado como almacén de vinos, y durante el siglo XIX, se transformó en un casa de vecinos y en un momento determinado funcionó como presidio.
Por tanto, el Maristán sufrió muchísimas remodelaciones a lo largo de la historia desde su construcción hasta nuestros días. Su estado actual es de abandono pero, una muy buena noticia es que el Maristán ha sido aprobado para un proyecto de consolidación y restauración por parte de la cultura y patrimonio histórico de la Junta de Andalucía y tras esto, podremos visitarlo en la ruta "Dobla de Oro" a manos del Patronato de la Alhambra y Generalife.


BIBLIOGRAFÍA

MARTÍN GARCÍA, M. GARCÍA GRANADOS, J.A (1984). El Maristán de Granada tras el hallazgo de sus restos 

ALMAGRO, A. ORIHUELA, A. (2003) El Maristán Nazarí de Granada. Análisis del edificio y una propuesta para su recuperación. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias. pp.80-109

FERNÁNDEZ VÁZQUEZ, A. MAÑÁ ARES, R. (2016). El legado islámico en los cuidados psiquiátricos. El Maristán de Granada. Cultura de los cuidados.

PELÁEZ ROVIRA, A. (2011). El Maristán de Granada al servicio del poder nazarí: el uso político de la caridad. Caridad y compasión en biografías islámicas (EOBA, XVI). pp. 131-170

TORRES BALBÁS, L. (1944). El Maristán de Granada. Al-Ándalus. pp. 481-498

FIGURA 1. Adaptado de MARTÍN GARCÍA, M. GARCÍA GRANADOS, J.A. El Maristán de Granada tras el hallazgo de sus restos 







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